Marco Teórico

La lectura es considerada como una meta indispensable para el aprendizaje escolar; sin embargo, es frecuente que resulte una actividad poco atractiva para los niños. Existen pruebas de que la buena actitud y el interés hacia la lectura, relativamente alta en el primer grado de primaria, se convierte en indiferencia conforme pasan los ciclos escolares (McKenna, 1995). También se ha demostrado que, hacia la mitad de los años escolares, algunos niños tienen atrasos significativos en su nivel lector.

Teniendo esto en cuenta, se consideró importante elaborar un programa destinado a fomentar la motivación hacia la lectura, cuyo objetivo fue promover el interés de los niños hacia la lectura a través de la realización de actividades significativas para ellos, en un ambiente que valorara y estimulara la lectura y les permitiera participar activamente en el proceso lector, considerando que “…leer es una actividad muy satisfactoria” y que  lo que “…anima a los niños a leer no es alguna forma de reforzamiento extrínseco, como las alabanzas, las buenas calificaciones o un trato especial, sino la capacidad de leer que ellos mismos experimentan” (Smith, 1990)